lunes, 6 de agosto de 2018

La noche que se fue


“Hay recuerdos que no voy a olvidar...”, canta Fito Páez desde el compacto y justamente de eso se trata, de los recuerdos. Trataré de rememorar los distintos boliches que hicieron historia en la noche de Ramos Mejía.    

Cual si fuera un recorrido turístico, voy a comenzar por la avenida Gaona. Llegando desde Capital, el primer boliche con el que se encontraba uno era Barbazul, un castillo feudal justo en Gaona y Gral. Paz. Más adelante, el Bowling West, hoy devenido en remisería; la próxima parada era il Cepo, ahí nomás en Gaona y República,  si bien estos estaban en Ciudadela, lo incorporaremos como parte de la movida ramense, al igual que El Golfito, Brutale –Gaona 2626- y Notte, éste último ya en Ramos, en Gaona al 2700.

Si el rumbo tomado era la avenida Rivadavia, Camelot, mas tarde Casino y hoy Vinicius, era una suerte de castillo medieval con portón levadizo incluido. Su público rondaba los 25 a 30 años, era el boliche para los mayores. Pegadito a él estaba Cíclope, del que hasta el 2006, aún se preservaba su fachada. Era la cita obligada antes de Camelot.

En la esquina de Necochea y Rivadavia, un clásico de los 70 y los 80, Christopher. Era el lugar para el “levante”. En su barra se acodaban los muchachos en un remedo del viejo estaño, para observar la belleza femenina que, como siempre, en Ramos fue superlativa.

Su permanencia en el tiempo, me permitió llegar a su barra y acodarme en ella. Así relatado, parece una nimiedad, pero llegar a esa instancia o lograr una mesa en Christopher era todo un tema, tal era así que los mozos atendían a la gente aún sin tener mesa y no sólo en el interior del local, también en la vereda y nadie se iba sin pagar. Lindero a este, en Necochea 23, existió Capricho, el que se promocionaba como “Tu cita íntima y elegante de Ramos. Whiskería, snack bar, café concert. De 17 a ..”. En esa onda, hubo en French 25 otra whiskería, se llamó Miko’s
           
A sólo una cuadra de Christopher se erguía, orgulloso con sus letras de madera sobre un salpicré blanco en el frente, otro “templo” de la noche ramense: Juan de los Palotes.

Simplemente “Juan”, para quienes supimos recorrer su barra y sus pistas. Muchos recordaran, que entrar a Juan era sumergirse en un túnel abovedado desde el cual se ingresaba a la pista, cerca, a la izquierda, estaba la primera barra. Los reservados rodeaban las pistas de baile. ¡Que lugar! Cuando hoy lo veo convertido en playa de estacionamiento, me dan ganas de llorar.  

El tránsito a lo largo de Rivadavia era a paso de hombre, ese recorrido fue conocido como la “vuelta al perro” que antes se hacía en Flores y que ahora se trasladaba a Ramos. Tener auto, era un adicional a la hora de la conquista.

Antes de continuar, vale la pena aclarar que durante esos años no existían las famosas matineé, por lo tanto, los boliches eran un sitio vedado hasta que uno llegara a los años requeridos para poder ingresar o lograr disimular la edad.

Siguiendo con nuestro derrotero, sobre esa misma avenida Rivadavia se apiñaron una serie de boliches: Poupe, Sie Thao, Capote y Yesterday. Eran confiterías con poca luz y privados en los que el mozo solía atender con una linterna en la mano; el legendario Palo 1, que aún subsiste los embates de nuevas modas y costumbres, y el bailable Jonas&Co. 

            Ayeres, inaugurada en 1964, ubicada en Rivadavia 14234, trabajaba con los elegantes de la zona. La copa costaba en 1970, “400 pesos viejos” los días de semana. Los primeros parroquianos solían llegar a las seis de la tarde, ¡como han cambiado los hábitos!

En esa misma cuadra, existió BOA, que ofrecía espectáculos con números en vivo. Pasaron por su escenario y fueron promocionados como “La noche del debut de la Desfirevista, con la comicidad de Triky y Almirón, con el show estelar de Reina Reech y Juan Bautista, acompañados en la pasarela por Muñeca Moure – Ester Noemí y Fernando Mazzei”

Sin dudas, un boliche íntimo fue Tiny’s, ideal para el mimo y la charla; dos pisos de techos bajos cobijaban a las parejas. Los contertulios provenían de Olivos, Martínez, Lanús y hasta de Nueva Pompeya, y llegaban –sin ser mal vistos- en traje de calle.

Al 14300 de Rivadavia estaba Il Corno. Posters de los Beatles, muebles de acrílico rojo y verde; aspecto juvenil en dos plantas. Abría a las siete de la tarde y allí se estacionaban los más adolescentes.

Jonas tenía una fachada muy bien elaborada: todo su frente era el corte transversal de un barco tipo galeón. El progreso dio paso a carteles de neón que hoy anuncian la venta de electrodomésticos.

Antes de rumbear para el lado norte, había que hacer una pasada por avenida de Mayo y Belgrano, ya que en esta última, frente a la sucursal del Banco Provincia, estaba Nathan Pool y sobre la avenida, Jet Set y Saloon.

Otra movida no menos importante, pero con un enfoque de edad diferente, fue la que se dio en la avenida Gaona. Al igual que en Rivadavia y como vuelve a observarse hoy, circular en automóvil sólo era posible a paso de hombre. A lo largo de sus cuadras se agrupaban el Pool King, For Export, Stadium, Lo de Hansen, Crash, Lord Byron y Viejo Café. For Export sirvió de escenario a la filmación de algunas películas argentinas. Era una casona tipo Tudor a la que se le había añadido por delante una columna vidriada que contenía un ascensor por el que se accedía al primer piso, luego de atravesar un puente, también vidriado.

Stadium, en Parera y  Gaona, tenía un frente armado con una estructura tubular con acrílicos verdes y blancos. Por su parte, Lo de Hansen, en Alvarez Jonte 395, era un lugar con sillones de mimbre, toldos rayados y cuadros coloniales, que daban al reducto un clima de quinta de fin de semana. En Hansen, predominaban las “maxis” y los “palazzos”; en cambio ellos, vestían de sport.

Crash tenía como particularidad sus pistas circulares las que eran rodeadas por una escalera, junto a ella, se repartían asientos reservados. Lord Byron y Viejo Café marcaron nuevas modas: el primero era un café tipo inglés, en cambio el segundo, para esa época resultó toda una innovación: fue uno de los primeros piano-bar con cerveza y cáscaras de maní que tapizaban el suelo. Estaba bastante alejado, desde ahí se pegaba la vuelta para llegar hasta, quizá, el símbolo de Ramos Mejía: Pinar De Rocha; ahí sobre segunda Rivadavia, donde Ramos ya le da paso al vecino Haedo.

Jamás debe haber imaginado Dardo Rocha que su estancia, inaugurada en 1864, se convertiría después de más de 100 años en una boite de moda. Pinar de Rocha, o simplemente Pinar, tenía en su jardín una jaula en la que permanecía encerrado un puma. Esa misma jaula se mantuvo junto al árbol más allá de los embates del tiempo. Hubo un tiempo en que cerró y cuando se lanzó su reapertura, convirtiéndolo en un mega centro de esparcimiento, la jaula que se mantuvo por más de treinta años, buscó un nuevo horizonte. En aquel 1970, se recomendaba que bien valía pagar unos 500 pesos viejos por un trago de lunes a jueves; o unos 700 los viernes y domingo. Los primeros viernes de cada mes, por 3.000 pesos la pareja, había canilla libre. Ser habitué de Pinar se premiaba con una distinción: “La Llave del Pinar”.

9 comentarios:

  1. En toda la redacción del relato bolichero de la City hay faltantes y para nada despreciables porque he trabajado ahí en alguno de ellos como por ejemplo Il Corno (Divagario) cuando se transformó en salón de juegos, Yesterday fue el reinvento de "El gato verde" ambos de Lito Battioni y su hermano que era dueño de Mexican Dinners en Liniers, cerca de la cancha de velez sobre J.B Justo, sobre Rivadavia y Necochea "Cupido" y antes de llegar "Intimé" y otro más sin recordar el nombre estaba pegado al Bowling...Capote escrito así NO...era kapote, al lado de una galería donde al fondo estaba el otro bowling atendido por el Tano...y Sie Thao a mitad de la misma en la parte de arriba donde amablemente te esperaba Ricardo con su saco blanco...y Kapote era una pizzería...Me olvidaba en Gaona, carlos and charly, Note, Tempo, Grotesco, y te olvidaste del legendario Tommy´s y del café/té en la calle Riccieri 49...Los dueños de Christopher era el Cholo y el Judío grandes amigos míos...el dueño de Jona´s & Co era Opin...La pizzería del encuentro a la salida de Pinar¿? Odeón...Vivia a media cuadra de juan de los Palotes, vi cuando se inauguró en los 70´s que al tiempo se incendió la Shell donde murió quemado Mussar el dueño de la estación de servicio eso fue en Diciembre de 1970 a la tarde...Para comentar hay que saber soy de la city desde que nací...los boliches los conocí a todos y a su gente...Por las dudas te agrego...el trago más famoso de ramos lo inventó Chacho el barman de Christopher otro enorme amigazo que tuve, tuvimos...Extraño esa época, esas noches interminables con gente magnífica de donde nunca te querias ir por el buen trato y la amistad ...Gracias por dejarme expresar Ah!! fui dj de el gato verde con Oscar , luego Ariel y finalmente Yo...Abrazo

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    1. Al lado de Gato Verde estaba Rebote

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    2. Hola!soy Claudio nyc de ramos, Al fin alguien q recuerda al gato verde yo era chico pero entre un par de veces de querida y nunca me voy a olvidar los bailes en el caño y bien puesto q estaba ese lugar, exelente tu memoria!!

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    3. Cerca del gato verde, estaba Popeye, y nos olvidamos de "Dos Avenidas"!Yo vivo en Ramos Mejia y Villa Sarmiento( para mi son un solo corazon) hace 69 años!
      Me acuerdo de "Saturno" confiteria donde ibamos los domingos tipo 15 hs a tomar algo y escuchar musica hasta las 20 o 21 hs, estaba arriba de PIzzeria, Olivia A Go Go. Se acuerdan de Natatorio "Monaco"? estaba sobre Belgrano entre Necochea y Avellaneda, claro era años 68.. 69.. "Lindo haberlo vivido para poderlo contar"como decia Favio, lema actualmente en mi pagina de Nostalgiosos Años Dorados"

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  2. Recuerdo el natatorio Monaco, alli se presentaron los Titanes en el Ring, habia un mundo de pibes y padres. Que hermosa epoca

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  3. Pinar de Rocha, convertido en sitio alquilado por bandas de delincuentes para hacer orgías de drogas y prostitutas. ¿Cuantos muertos lleva Pinar de Rocha y no lo cerraron? Disparos a cada rato y gente que no tiene nada que ver asesinada. Si fuese el padre de uno de ellos, lo rocio con nafta y le prendo fuego. Y si viene alguno a joder le doy como jubilado a chorro.

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  4. Ramos querida, de mi infancia y juventud, llevo en mi memoria tus rincones, tus comercios, tu gente. Ya no vivo en tus calles pero mi corazon sigue recorriendo tus rincones mágicos. Hoy la modernidad te cambió tanto que me cuesta reconocerte. Los tiempos cambian, la gente cambió y se fue perdiendo ese pueblo devenido en ciudad que tanto añoro

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  5. Trabajé en Christopher en la década de los 80, junto a Chacho y Caíto, éramos 3 Barman. Después del trabajo nos íbamos a bailar a Juan de los Palotes.

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Nostalgias de un tiempo que pasó

Agradecimientos Esta crónica que hoy llega a sus manos ve la luz gracias a todos los amigos que de una u otra manera se prestar...